Inteligencia emocional no es controlarse, es comprenderse

Inicio / Blog / Inteligencia emocional no es controlarse, es comprenderse
Inteligencia emocional no es controlarse, es comprenderse

Durante años nos enseñaron que ser emocionalmente inteligentes era sinónimo de mantener la calma, no explotar, tener “dominio” sobre lo que sentimos. Que madurez emocional era contenerse, aguantarse, controlar.

Pero en Holística creemos que esa visión se queda corta. Porque la verdadera inteligencia emocional no se trata de controlarse, sino de comprenderse. De aprender a escuchar lo que sentimos sin juzgarlo. De entender que nuestras emociones no son obstáculos, sino señales. Y que cuanto más nos conocemos, menos necesitamos “dominarnos”.

Controlar no es sanar

En nuestra cultura, muchas veces se aplaude a quien “no se deja afectar”, a quien logra mantener la compostura aunque por dentro esté roto. Sin embargo, esconder lo que sentimos no es fortaleza: es desconexión.

Controlar puede funcionar a corto plazo, pero a largo plazo genera distancia de uno mismo.
Sanar, en cambio, implica acercarse a lo que sentimos con honestidad y compasión.
Es preguntarnos: ¿Qué me está queriendo decir esta emoción? ¿Qué parte de mí necesita cuidado?

Porque cuando comprendemos lo que sentimos, ya no reaccionamos por impulso: respondemos desde la conciencia.

Emociones como brújulas, no como enemigas

La tristeza no es debilidad. La rabia no es inmadurez. La ansiedad no es un defecto.
Todas las emociones tienen una función. Nos muestran que algo nos importa, que algo nos duele, que algo nos activa.

La inteligencia emocional consiste en darles espacio, permitir que estén sin que tomen el control, y al mismo tiempo sin reprimirlas.

Como quien escucha a un niño con ternura, sin minimizar ni dramatizar, sino simplemente acompañando.

“No estoy mal por sentir esto. Solo estoy siendo humano.”

Comprendernos para vincularnos mejor

La relación que tenemos con nuestras emociones impacta directamente en la forma en que nos vinculamos con otros.

Cuando aprendemos a nombrar lo que sentimos, a no reaccionar automáticamente, a pedir lo que necesitamos, nuestras relaciones se vuelven más auténticas y más sanas.

En nuestras experiencias grupales, vemos cómo cambia la energía cuando alguien pone en palabras su emoción con claridad y sin culpa. Se genera empatía, conexión, apertura.
Porque cuando una persona se muestra desde lo emocional con honestidad, nos recuerda que todos estamos hechos de lo mismo.

No se trata de eliminar emociones difíciles, sino de habitarlas con conciencia

La inteligencia emocional no es eliminar el enojo, ni evitar la tristeza. Es permitirnos sentir con presencia. Es saber cuándo necesitamos un límite, cuándo un abrazo, cuándo una pausa.

Y poco a poco, empezamos a distinguir entre sentir y actuar.
Entre lo que ocurre dentro, y lo que decidimos hacer con eso.

Ahí nace la verdadera libertad.

La práctica constante del autoconocimiento

Nadie nace sabiendo gestionar sus emociones. Es un aprendizaje. Un proceso. Una práctica diaria.

En Holística, lo acompañamos desde espacios seguros, íntimos y humanos. Porque creemos que comprenderse es el acto más poderoso de amor propio.

Y cuando nos entendemos, dejamos de pelearnos con lo que sentimos y empezamos a convivir con nosotros mismos de una manera más amable.

La inteligencia emocional no se mide en cuánto te aguantas.
Se mide en cuán profundo te conoces.
Y en cuánto te permites ser, incluso cuando estás sintiendo demasiado.

¡Casi estamos!
Completa tus datos para descargarlo

TEST DE AUTOCONOCIMIENTO

¿Has probado terapia, meditación, libros…

pero sigues en el mismo lugar emocional?

¿Estás haciendo todo bien pero sigues sintiéndote vacío o desconectado?

Descarga este test de autoconocimiento para ayudarte a entender qué te está pasando y por qué podrías necesitar algo diferente.

TEST DE AUTOCONOCIMIENTO

¿Has probado terapia, meditación, libros…

pero sigues en el mismo lugar emocional?

¿Estás haciendo todo bien pero sigues sintiéndote vacío o desconectado?

Descarga este test de autoconocimiento para ayudarte a entender qué te está pasando y por qué podrías necesitar algo diferente.